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Escena X.
Los mismos, Dorotea, el cura, el barbero, el ventero, maritornes, coro de Cuadrilleros, caminantes y mozos de la venta.
Un Cuad. |
¡Tened!
| Fern. |
¡La Santa Hermandad!
| Cuad. |
Daos, preso.
| Fern. |
¡Preso yo!
Caballeros, las espadas (Á sus compañeros.)
sacad y nuestro valor
abrirá paso.
(D. Fernando y los suyos se disponen á acometer.)
| Cuad. |
¡Muchachos!
¡firmes!
(Los Cuadrilleros se preparan á la lucha.)
| Cura. |
(Arrojándose entre unos y otros y con solemnidad.)
En nombre del Dios
cuyo ministerio ejerzo,
contened vuestro furor. (Todos se detienen.)
¿Por qué causa vuestra sangre
vais á derramar?
| Fern. |
Mi honor
y mi esposa me robaron:
que los recobre es razon.
| Dor. |
(Reconociéndole.)
¡Es él... Fernando!
| Card. |
¡Tu esposa!
jamás lo ha sido, impostor:
un rapto vil la ha hecho tuya,
porque su esposo soy yo.
| Fern. |
¡Repito que es mia!
| Card. |
¡Es mia!
| Cura. |
(Dirigiéndose á Lucinda.)
Señora, tan solo vos
podreis decirnos cuál es
vuestro esposo, de los dos.
| Fern. |
Ella mentirá.
| Card. |
Silencio.
| Luc. |
Juro en presencia de Dios,
que este es el único dueño
de mi mano y de mi amor.
(Señala á Cárdenlo.)
| Card. |
¿Lo veis?
| Cura. |
¿Qué decís? (Á D. Fernando.)
| Fern. |
Que miente.
| Card. |
Tu labio es el que mintió.
Tú no puedes ser su esposo,
porque no eres libre, no.
Ante el cielo le jurastes
á otra mujer tu pasion,
y á trueque del juramento
le robastes el honor.
Si tú ya lo has olvidado,
el cielo no lo olvidó,
y esta que yes es tu esposa.
(Presentándole á Dorotea.)
¿La conoces, seductor?
(Dorotea se arroja á los pies de D. Fernando, que está en mitad de la escena, este se sorprende y la rechaza, y viéndose perdido parece que vacila sobre el medio de escapar. Cardenio y Lucinda estan á la izquierda. El Cura y el Barbero á la derecha, el coro, el Ventero, etc., repartidos por el fondo.)
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