Don Juan Manuel
1282 - 1349
Libro de los estados
El primer libro
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[Capítulo XI]
El onzeno capítulo fabla en cómmo Turín dixo al infante que así acaesçiera el fecho que forçadamente convino que oviesse a fablar en todas estas rrazones.
«Sennor,» dixo Turín, «así acaesçió el fecho que forçadamente convino que oviésemos a fablar en todas estas rrazones que el rrey vuestro padre me avía mandado que guisase que vós non sopiésedes. Et seed çierto que me tengo en{50b}de por muy ocasionado, ca mi bentura et míos pecados me an aguisado que yo mismo vós aya a mostrar todo aquello que el rrey vuestro padre me a mandado que guisase que vos non sopiésedes por ninguno. Et pues yo e fecho todo lo contrario de lo que me él mandó, muy grant derecho es que pierda la su merçed et me faga mal en el cuerpo et en lo que he.»«Turín,» dixo el infante, «desto non ayades cuidado, ca segunt derecho et rrazón non caye el omne en culpa por que deva aver pena si él de su grado non faze cosa que naturalmente sea mala. Ça aunque omne faga mal, si lo faze por ocasión et non de su grado, non deve aver pena por aquel mal; et aun podría ser que tan forçadamente faría omne algún mal et tan grant pesar tomaría en lo fazer que non meresca por ende reçebir ningún danno. Et [por] todas estas rrazones non devedes aver rreçelo de todas estas cosas que son pasadas entre mí et vós, porque vós rreçelades que tomará pesar el rrey mío padre. Ca todas estas cosas que me vos avedes dicho non son malas; ante son muy buenas. Et pues ellas buenas son, non fiziestes vós mal en me las mostrar, et demás que vós non moviestes de vuestro grado sinon por acaescimiento a fablar en estas cosas. Et lo uno porque el fecho non es malo en sí, et lo ál porque non fue de vuestro grado sinon por acaescimiento, por ende non devedes aver ningún rreçelo, et demás que en tal guisa fablaré yo con el rrey mío padre que non vos faga ni[n]gún enojo; ante vós fará merçed por ello. Mas rruégovos que me respondades a esto que vos yo pregunto.»«Sennor,» dixo Turín, «commo quier que non puedo perder el rreçelo tan ligeramente, pero lo uno porque me lo mandades, lo ál pues tantas cosas vos he dicho, dezirvos he lo que entiendo en esto que me preguntades. Et pídovos por merçed que pues yo só sin {58b} culpa, que fagades en guisa que el rrey vuestro padre non aya de mí querella.» |