BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Don Juan Manuel

1282 - 1349

 

Libro de los estados

 

El segundo libro

 

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[Capítulo XLIV]

 

El xliiii° capítulo fabla en cómm[o] el infante dixo a Julio enconmendándol quánto conplidamente le avía fablado en el estado de los cardenales. {120b}

 

«Julio,» dixo el infante, «bien tengo que asaz conplidamente me abedes fablado en el estado de los cardenales. Et pues esto avedes fecho, ruégovos que me fabledes en los otros estados de la <Eglesia>.»

«Sennor infante,» dixo Julio, «en pos el estado de los cardenales es el estado de las patriarcas. Et esto que vos digo – que es en pos el estado de los cardenales – non lo digo porque el estado de los patriarcas sea menor. Ante tengo que es mayor, ca bien así commo el estado de los cardenales es a semejança de los apóstoles, bien así el estado de los patriarchas es a semejança de las evangelistas. Et así commo las evangelistas an mayor grado spiritualmente que los otros apóstoles, así quando la Eglesia del todo era spiritual av(r)ían mayor grado las patriarcas. Mas después que (en) la Eglesia se ovo [de] entremeter mucho en lo tenporal – tanto que, por aventura, sería muy bien si fuese menos – fue mayor el estado de los cardenales porque por su consejo a de fazer et obrar el papa en los fechos tenporales. Et porque al tienpo de agora tenemos los omnes más mientes por tenporal que por lo spiritual, por ende pus yo en este libro por primero el estado de los cardenales que el de los patriarcas.

Et, sennor infante, porque me paresçe que ay aquí lugar, quiérovos dezir algo de lo que me paresçe qué deferençia o qué mejoría deve aver entre los fechos tenporales et los spirituales.

Sennor infante, los fechos tenporales et spirituales llama la Scriptura vida activa et vida contenplativa; et las buenas obras que se fazen de obra – así commo limosna et romerías o ayunos, et las otras buenas obras – llaman vida activa; et {120c} pensar omne en [la] vondat de Dios et en amarle et en cuidar en la gloria del paraíso, et pensando en esto despreçiar et desanparar las cosas vanas et falleçederas deste mundo – en que verdaderamente non ay sinon vanidat et enganno – et poner toda su voluntad en Dios, a ésta llaman vida contenplativa. Et desto pone una semejança (en) el Evangelio, de sancta Marta et de sancta María Magdalena, et conpara a sancta Marta a la vida activa, et conpara a sancta María Magdalena a la vida contenplativa. Et luego el Evangelio destermina esta quistión: que Jhesu Christo dixo por su voca a sancta Marta que por [qué] se entremetía en las cosas tenporales, [et] commo quier que fiziese buenas obras que en muchas cosas sería turbada más que sancta María Magdalena, que tomara vida contenplativa et escogiera la mejor parte, la qual parte nuncal sería tirada.

Et, sennor infante, commo quier que las mejorías que a la vida contenplativa de la vida activa en muchos lugares se puede fallar en la Sancta Escriptura, que so çierto que en ninguna manera non lo podría yo dezir tan bien et atan conplidamente commo es ya dicho. Pero porque estas mejorías se dizen en la Escriptura esparcidamente, dezírvoslo he yo lo que ende entiendo.

Sennor infante, çierto es que la vida contenplativa et la vida activa entramas son muy buenas et muy sanctas et non pueden seer la una sin la otra, ca si omne faze alguna buena obra de las que son dichas que pertenesçen a la vida activa, nunca las faría si ante non pensase en la vondat de Dios et en el vien que espera aver por aquella obra; et éste es pensamiento et es contenplaçión, et pertenesçe a la vida contenplativa. Otrosí la vida contenplativa non puede ser sin la activa, {120d} ca en quanto faze buenas obras et da lo que a por Dios et se parte de las vanidades del mundo, ya en tanto por fuerça a de obrar de la vida activa.

Et así estas dos vidas sanctas non pueden seer la una sin la otra. Pero algunas de las mejorías que yo ý entiendo, dezírvoslas he. La vida activa – commo ya es dicho – ante que la buena obra faga, ante piensa el bien que se sigue della; pues ya esta buena obra en la buena contenplaçión ovo comienço. Et así la vida activa a en ella dos cosas: el buen pensamiento, que es el primero, et la buena vida, que biene después. Et la vida contenplativa ha tres cosas: la una es el buen pensamiento, que es contenplaçión pensar en la vondat de Dios ý en el vien que an et avrán los que alcançan la su gloria, et pensando en esto fazen todas las obras que deven por que puedan llegar a ello. Et demás, después que las obras an fecho et desanparado todas las vanidades et las cosas que les pueden enbargar, ponen todo su amor en Dios et sienpre están pensando en la vondat de Dios et de las sus obras; et faziendo por que ellos amen a Dios, que sean amados dÉl. Et otrosí esta vida contenplativa a esta mejoría de la vida activa. Ha dos cosas: el buen pensamiento primero et las buenas obras después. Et la vida contenplativa ha tres cosas, que son: el buen pensamiento [    ] et las buenas obras. Et estas buenas obras, que se fazen en la vida activa en mucho tienpo, fázense en la vida contenplativa en menos. Et después que las buenas obras son fechas, fincan sienpre contenpla[n]do en Dios et en el su amor; et non ay ningún enbargo de las vanidades nin de los engannos del mundo por que se enbarguen de tener toda su voluntad et todo su pensamiento en el a{121a}mor de Dios.

Et por todas estas mejorías et avantajas que la vida contenplativa [a] de la vida activa, es muy más sancta et muy más provechosa para salvamiento de las almas la vida contenplativa que la vida activa. Et porque al comienço de la Eglesia toda la rrazón et la entençión fue para salvar las almas, porque esto fue la principal rrazón por que Dios fizo los omnes, por [ende] el estado de los patriarcas es a semejança de las Evangelistas – que fueron de la vida contenplativa – [et] es más alto grado que el de los cardenales, porque es él a semejança de los apóstoles. [Et] porque en algunas cosas se entremetieron de la vida activa más de cómmo suso es dicho, porque agora pensamos más en la vida activa que non en la vida contenplativa, et non podemos escusar de bevir commo bive todo el mundo nin paresce bien de tomar omne manera apartada del todo, tenemos que es [más] alto estado el de los cardenales que non el de los patriarchas. Et por [ende] pus yo en este libro el estado de los patriarcas en pos el estado de los cardenales. Et pues esto es fecho, tornarvos he a dezir lo que entiendo en el estado de los patriarcas.

Sennor infante, los patriarcas fueron ordenados al comiençe de la Eglesia, et porque sant Pedro – que fue el primero papa – tovo su lugar en Roma, et [porque] la tiera que fue convertida a la fe de Jhesu Christo era muy luenne, fue ordenado que oviese quatro patriarcas: el uno en Jherusalén, et el otro en Alexandría, et el otro en [Antiochía], et el otro en [Costantinopla].»