BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Don Juan Manuel

1282 - 1349

 

Libro de los estados

 

El primer libro

 

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[Capítulo XXX]

 

El xxx° capítulo fabla en cómmo Julio dixo al infante que depués muy grant tienpo que Jhesu Christo fuera puesto en la cruz, que viniera un falso omne que avía nonbre Mahomat, et que pedricara en Aravia et fiziera crer [a] algunas gentes nesçias que era propheta enviado de Dios.

 

«Otrosí a muy grant tienpo después que Jhesu Christo fue puesto en la cruz, vino un falso omne que avía nonbre Mahomad. Et pedricó en Aravia, et fizo crer [a] algunas gentes nesçias que era propheta enviado de Dios. Et dio en manera de ley muy grant soltura a las gentes para conplir su voluntad muy lixosamente et muy sin rrazón. Et por ende las gentes mesquinas, cuidando que cunpliendo su voluntad podían salvar las almas, creyéndole, tomaron por ley aquellas vanidades que les él dixo. Et tantas fueron las gentes quel creyeron que se apoderaron de muchas tierras, et aun tomaron muchas – et tiénenlas oy en día – de las que eran de los christianos que fueron convertidos por los apóstoles a la fe de Jhesu Christo. Et por esto a guerra entre los christianos et los moros, et abrá fasta que ayan cobrado los christianos las tierras que los moros les tienen forçadas; ca, quanto por la ley nin por la secta que ellos tienen, non avrían guerra entre ellos. Ca Jhesu Christo nunca mandó que matasen nin apremiasen a ninguno por que tomasen la su ley, ca Él non quiere serviçio forçado sinon el que faze de buen talante et de grado. Et tienen los buenos christianos que la rrazón por que Dios consintió que los christianos oviesen reçebido de los moros tanto mal es por que ayan rrazón de aver con ellos guerra derechureramente et por que los que en ella murieren, aviendo conplido los mandamientos de Sancta Eglesia, sean mártires, et sean las sus ánimas por el martirio quitas del pecado que fizieren.

El la secta de los moros, en tantas {57b} cosas et en tantas maneras es desvariada et sin rrazón que todo omne que entendimiento aya entendra que ningún omne non se podría salvar en ella. Et lo uno por esto, et lo ál por[que] non fue dada por Dios nin por ninguno de llas sus prophetas, por ende non es ley, mas <es> secta errada en que los metió aquel mal omne Mahomat que los engannó.

Otrosí, todos los paganos non tienen ley, ca non les fue dada por Dios nin por ningún propheta, nin tienen secta çierta, ca por ninguno nunca tomaron ninguna carrera nin ninguna entençión çierta; ante toma cada uno quanto tienpo quiere aquella entençión et aquella secta de que cada uno más se paga. Et así éstos andan tan fuera de la carrera de salvaçión commo las animalias, que non an almas nin entendimientos de rrazón [et] usan más derechamente de la vida, según naturaleza, que los omnes. Bien devedes entender quán menguadso son los omnes, que biven más sin rrazón que las animalias que non han rrazón. Agora, sennor infante, vos he dicho todas las leys o sectas en que biven las gentes, et tengo – si vós quisiéredes usar derechamente del entendimiento que Dios les dio et yo sé que avedes – [et] bien çierto só que tomaredes la ley de los christianos.»