Lope de Vega
1562 - 1635
El Laurel de Apolocon otras rimas
1630
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Selección: Boscán, tardo llegamos –. ¿Hay posada? Seyano, a leves culpas graves penas
Boscán, tardo llegamos –. ¿Hay posada?– Llamad desde la posta, Garcilaso.– ¿Quién es? – Dos caballeros del Parnaso.– No hay dondo nocturnar palestra armada.
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5 | – No entiendo lo que dice la criada.Madona, ¿qué decís? – Que afecten paso,que obstenta limbos el mentido ocasoy el sol depingen la porción rosada.
– ¿Estás en ti, mujer? – Negóse al tino |
10 | el ambulante huesped –. ¡Que en tan pocotiempo tal lengua entre cristianos haya!
Boscán, perdido habemos el camino,preguntad por Castilla, que estoy locoo no habemos salido de Vizcaya.
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5 | «Lástima fuera», respondió piadosa,y dejóle con vida y enojadoy Fabio de sus labios engañadodejó el clavel y respetó la rosa.
¡Ay, necio Fabio! La siguiente aurora, |
10 | de un etiope vil la negra mano,en el jardín entrándose a deshora,
cortó el clavel y le gozó tirano.Así perdida la ocasión se lloray al más indigno se defiende en vano.*
Seyano, a leves culpas graves penas,valor piden a un pecho generoso;o tenerle o morir será forzosoo trasladar la patria a las ajenas.
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5 | Peligrosas aquí, dulces sirenasmejores son que el ocio perezoso,que es menos mal el golfo procelosoque solas en la playa las arenas.
Mas tú no vives solo, acompañado |
10 | aunque te fueras al opuesto polo,de tu agravio, tu amor y tu cuidado;
que quien está, desde que nace Apolo,de tantos pensamientos ocupado,¿cómo puede decir que vive solo? |