BIBLIOTHECA AUGUSTANA

 

Lope de Vega

1562 - 1635

 

Comedia famosa de

Fuente Ovejuna

 

1611/18

 

______________________________________________________________

 

 

274v

Acto tercero

 

[Sala del Concejo en Fuente Ovejuna]

 

Salen Esteban, Alonso y Barrildo.

 

Esteban:

|| ¿No han venido a la junta?

Barrildo:

                                               No han venido.

Esteban:

Pues más a priesa nuestro daño corre.

Barrildo:

Ya está lo más del pueblo prevenido.

Esteban:

1655

|| Frondoso con prisiones en la torre,

y mi hija Laurencia en tanto aprieto,

si la piedad de Dios no los socorre . . .

 

Salen Juan Rojo y el Regidor.

 

Juan [Rojo]:

|| ¿De qué dais vozes, cuando importa tanto

a nuestro bien, Esteban, el secreto?

Esteban:

1660

Que doy tan pocas es mayor espanto.

 

Sale Mengo.

 

Mengo:

|| También vengo yo a hallarme en esta junta.

Esteban:

Un hombre cuyas canas baña el llanto,

labradores honrados, os pregunta,

|| qué obsequias debe hazer toda esta gente

1665

a su patria sin honra, ya perdida.

Y si se llaman honras justamente,

|| ¿cómo se harán, si no hay entre nosotros

hombre a quien este bárbaro no afrente?

Respondedme: ¿hay alguno de vosotros

1670

|| que no esté lastimado en honra y vida?

¿No os lamentáis los unos de los otros?

Pues si ya la tenéis todos perdida,

|| ¿a qué aguardáis? ¿Qué desventura es ésta?

Juan [Rojo]:

La mayor que en el mundo fue sufrida.

1675

Mas pues ya se publica y manifiesta

|| que en paz tienen los Reyes a Castilla

y su venida a Córdoba se apresta,

vayan dos Regidores a la villa,

|| y, echándose a sus pies pidan remedio.

Barrildo:

1680

En tanto que Fernando, aquél que humilla

a tantos enemigos, otro medio

275r

|| será mejor, pues no podrá, ocupado,

hazernos bien, con tanta guerra en medio.

Regidor:

Si mi voto de vos fuera escuchado,

1685

desamparar la villa doy por voto.

Juan [Rojo]:

¿Cómo es possible en tiempo limitado?

Mengo:

A la fe, que si entiende el alboroto,

|| que ha de costar la junta alguna vida.

Regidor:

Ya, todo el árbol de paciencia roto,

1690

corre la nave de temor perdida.

|| La hija quitan con tan gran fiereza

a un hombre honrado, de quien es regida

la patria en que vivís, y en la cabeça

|| la vara quiebran tan injustamente.

1695

¿Qué esclavo se trató con más baxeza?

Juan [Rojo]:

¿Qué es lo que quieres tú que el pueblo intente?

Regidor:

|| Morir, o dar la muerte a los tiranos,

pues somos muchos, y ellos poca gente.

Barrildo:

¡Contra el señor las armas en las manos!

Esteban:

1700

|| El Rey sólo es señor después del cielo,

y no bárbaros hombres inhumanos.

Si Dios ayuda nuestro justo zelo,

|| ¿qué nos ha de costar?

Mengo:

                                                Mirad, señores,

que vais en estas cosas con recelo.

1705

Puesto que por los simples labradores

|| estoy aquí que más injurias passan,

más cuerdo represento sus temores.

Juan [Rojo]:

Si nuestras desventuras se compassan,

|| para perder las vidas, ¿qué aguardamos?

1710

Las casas y las viñas nos abrasan;

¡tiranos son! ¡A la vengança vamos!

 

Sale Laurencia, desmelenada.

 

Laurencia:

|| Dexadme entrar, que bien puedo,

en consejo de los hombres;

que bien puede una mujer,

1715

si no a dar voto, a dar vozes.

¿Conocéisme?

Esteban:

                              ¡Santo cielo!

¿No es mi hija?

Juan [Rojo]:

                              ¿No conoces

a Laurencia?

Laurencia:

                              Vengo tal,

que mi diferencia os pone

1720

en contingencia quién soy.

Esteban:

¡Hija mía!

Laurencia:

                  No me nombres

tu hija.

Esteban:

                  ¿Por qué, mis ojos?

¿Por qué?

Laurencia:

                  ¡Por muchas razones!

Y sean las principales:

1725

porque dexas que me roben

tiranos sin que me vengues,

traidores sin que me cobres.

Aún no era yo de Frondoso,

para que digas que tome,

1730

como marido, vengança;

que aquí por tu cuenta corre;

que en tanto que de las bodas

275v

no haya llegado la noche,

del padre, y no del marido,

1735

la obligación presupone;

que en tanto que no me entregan

una joya, aunque la compre,

no ha de correr por mi cuenta

las guardas ni los ladrones.

1740

Llevóme de vuestros ojos

a su casa Fernán Gómez;

la oveja al lobo dexáis

como cobardes pastores.

¡Qué dagas no vi en mi pecho!

1745

¡Qué desatinos enormes,

qué palabras, qué amenazas,

y qué delitos atrozes,

por rendir mi castidad

a sus apetitos torpes!

1750

Mis cabellos ¿no lo dizen?

¿No se ven aquí los golpes

de la sangre y las señales?

¿Vosotros sois hombres nobles?

¿Vosotros padres y deudos?

1755

¿Vosotros, que no se os rompen

las entrañas de dolor,

de verme en tantos dolores?

Ovejas sois, bien lo dize

de Fuente Ovejuna el nombre.

1760

¡Dadme unas armas a mí

pues sois piedras, pues sois tigres . . .!

Tigres no, porque ferozes

siguen quien roba sus hijos,

1765

matando los caçadores

antes que entren por el mar

y pos sus ondas se arrojen.

Liebres cobardes nacistes;

bárbaros sois, no españoles.

1770

¡Gallinas! ¡Vuestras mujeres

sufrís que otros hombres gozen!

¡Poneos ruecas en la cinta!

¿Para qué os ceñís estoques?

¡Vive Dios, que he de trazar

1775

que solas mujeres cobren

la honra de estos tiranos,

la sangre de estos traidores!

¡Y que os han de tirar piedras,

hilanderas, maricones,

1780

amujerados, cobardes!

¡Y que mañana os adornen

nuestras tocas y basquiñas,

solimanes y colores!

A Frondoso quiere ya,

1785

sin sentencia, sin pregones,

colgar el Comendador

del almena de una torre;

de todos hará lo mismo;

y yo me huelgo, medio hombres,

1790

porque quede sin mujeres

esta villa honrada, y torne

aquel siglo de amazonas,

eterno espanto del orbe.

Esteban:

Yo, hija, no soy de aquellos

1795

que permiten que los nombres

con essos títulos viles.

Iré solo, si se pone

todo el mundo contra mí.

Juan [Rojo]:

Y yo, por más que me assombre

1800

la grandeza del contrario.

Regidor:

Muramos todos.

Barrildo:

                                    Descoge

un lienço al viento en un palo,

y mueran estos inormes.

Juan [Rojo]:

¿Qué orden pensáis tener?

Mengo:

1805

Ir a matarle sin orden.

Juntad el pueblo a una voz;

que todos están conformes

en que los tiranos mueran.

Esteban:

Tomad espadas, lançones,

1810

ballestas, chuzos y palos.

Mengo:

¡Los Reyes nuestros señores

vivan!

Todos:

                  ¡Vivan muchos años!

Mengo:

¡Mueran tiranos traidores!

Todos:

¡Tiranos traidores, mueran!

 

Vanse todos.

 

276r

Laurencia:

[dirigiéndose a las mujeres.]

Caminad, que el cielo os oye.

¡Ah . . ., mujeres de la villa!

¡Acudid, porque se cobre

vuestro honor! ¡Acudid, todas!

 

Salen Pascuala, Jacinta y otras mujeres.

 

Pascuala:

¿Qué es esto?¿De qué das vozes?

Laurencia:

1820

¿No veis cómo todos van

a matar a Fernán Gómez,

y nombres, moços y muchachos

furiosos al hecho corren?

¿Será bien que solos ellos

1825

desta hazaña el honor gozen?

Pues no son de las mujeres

sus agravios los menores.

Jacinta:

Di, pues, ¿qué es lo que pretendes?

Laurencia:

Que puestas todas en orden,

1830

acometamos a un hecho

que dé espanto a todo el orbe.

Jacinta, tu grande agravio,

que sea cabo; responde

de una escuadra de mujeres.

Jacinta:

1835

¡No son los tuyos menores!

Laurencia:

Pascuala, alférez serás.

Pascuala:

Pues déxame que enarbole

en un asta la bandera;

verás si merezco el nombre.

Laurencia:

1840

No hay espacio para esso,

pues la dicha nos socorre;

bien nos basta que llevemos

nuestras tocas por pendones.

Pascuala:

Nombremos un capitán.

Laurencia:

1845

Esso, no.

Pascuala:

                  ¿Por qué?

Laurencia:

                                    Que adonde

assiste mi gran valor

no hay Cides ni Rodamontes.

 

Vanse.

 

 

[Sala en la Casa de la Encomienda.]

 

Sale Frondoso, atadas las manos, Flores, Ortuño,

Cimbrano[s] y el Comendador.

 

Comendador:

|| De esse cordel que de las manos sobra,

quiero que le colguéis, por mayor pena.

Frondoso:

1850

¡Qué nombre, gran señor, tu sangre cobra!

Comendador:

Colgalde luego en la primera almena.

Frondoso:

Nunca fue mi intención poner por obra

tu muerte entonces.

Flores:

                                          Grande ruido suena.

 

Ruido suene.

 

Comendador:

¿Ruido?

Flores:

                  Y de manera que interrompen

1855

tu justicia, señor.

Ortuño:

                                    ¡Las puertas rompen!

 

Ruido.

 

Comendador:

|| ¡La puerta de mi casa, y siendo casa

de la Encomienda!

Flores:

                                    ¡El pueblo junto viene!

Juan [Rojo]:

[dentro.]

¡Rompe, derriba, hunde, quema, abrasa!

Ortuño:

Un popular motín mal se detiene.

Comendador:

1860

¿El pueblo contra mí?

Flores:

                                          La furia: passa

tan adelante, que las puertas tiene

echadas por la tierra.

Comendador:

                                          Desatalde.

Templa, Frondoso, esse villano Alcalde.

Frondoso:

|| Yo voy, señor; que amor les ha movido.

 

Vase.

 

276v

Mengo:

dentro.

¡Vivan Fernando y Isabel, y mueran

los traidores!

Flores:

                              Señor, por Dios te pido

que no te hallen aquí.

Comendador:

                                          Si perseveran,

este aposento es fuerte y defendido.

Ellos se volverán.

Flores:

                                    Cuando se alteran

1870

los pueblos agraviados, y resuelven,

nunca sin sangre o sin vengança vuelven.

Comendador:

|| En esta puerta, assí como rastrillo

su furor con las armas defendamos.

Frondoso:

dentro.

¡Viva Fuente Ovejuna!

Comendador:

                                                ¡Qué caudillo!

1875

Estoy por que a su furia acometamos.

Flores:

De la tuya, señor, me maravillo.

Esteban:

Ya el tirano y los cómplices miramos.

¡Fuente Ovejuna, y los tiranos mueran!

 

Salen todos.

 

Comendador:

¡Pueblo, esperad!

Todos:

                                    Agravios nunca esperan.

Comendador:

1880

|| Dezídmelos a mí, que iré pagando

a fe de caballero essos errores.

Todos:

¡Fuente Ovejuna!¡Viva el Rey Fernando!

¡Mueran malos cristianos y traidores!

Comendador:

¿No me queréis oír?Yo estoy hablando,

1885

¡yo soy vuestro señor!

Todos:

                                                ¡Nuestros señores

son los Reyes Católicos!

Comendador:

                                                ¡Espera!

Todos:

¡Fuente Ovejuna, y Fernán Gómez muera!

 

[El Comendador y los suyos huyen, perseguidos

por los hombres de Fuente Ovejuna.]

Vanse, y salen las mujeres armadas.

 

Laurencia:

|| Parad en este puesto de esperanças,

soldados atrevidos, no mujeres.

Pascuala:

1890

¿Lo que mujeres son en las venganças!

¡En él beban su sangre! ¿Es bien que esperes?

Jacinta:

¡Su cuerpo recojamos en las lanças!

Pascuala:

Todas son de essos mismos pareceres.

Esteban:

dentro.

¡Muere, traidor Comendador!

Comendador:

                                                            Ya muero.

1895

¡Piedad, Señor, que en tu clemencia espero!

Barrildo:

dentro.

|| Aquí está Flores.

Mengo:

                                          ¡Dale a esse bellaco;

que ése fue el que me dio dos mil açotes!

Frondoso:

dentro.

No me vengo si el alma no le saco.

Laurencia:

No excusamos entrar.

Pascuala:

                                                No te alborotes.

277r

Bien es guardar la puerta.

Barrildo:

dentro.

                                                No me aplaco.

¿Con lágrimas agora, marquesotes?

Laurencia:

Pascuala, yo entro dentro; que la espada

no ha de estar tan sujeta ni envainada.

 

Vase.

 

Barrildo:

[dentro.]

|| Aquí está Ortuño.

Frondoso:

[dentro.]

                                          Córtale la cara.

 

Sale Flores huyendo, y Mengo tras él.

 

Flores:

1905

¡Mengo, piedad, que no soy yo el culpado!

Mengo:

Cuando ser alcahuete no bastara,

bastaba haberme el pícaro açotado.

Pascuala:

¡Dánoslo a las mujeres, Mengo! ¡Para,

acaba por tu vida!

Mengo:

                                          Ya está dado;

1910

que no le quiero yo mayor castigo.

Pascuala:

Vengaré tus açotes.

Mengo:

                                          Esso digo.

Jacinta:

|| ¡Ea, muera el traidor!

Flores:

                                                ¿Entre mujeres?

Jacinta:

¿No le viene muy ancho?

Pascuala:

                                                ¿Aquesso lloras?

Jacinta:

¡Muere, concertador de sus plazeres!

Laurencia:

1915

¡Ea, muera el traidor!

Flores:

                                          ¡Piedad, señoras!

 

Sale Ortuño huyendo de Laurencia.

 

Ortuño:

Mira que no soy yo . . .

Laurencia:

                                                ¡Ya sé quién eres!

¡Entrad, teñid las armas vencedoras

en estos viles!

Pascuala:

                        ¡Moriré matando!

Todas:

¡Fuente Ovejuna, y viva el Rey Fernando!

 

Vanse.

 

 

[Sala del Palacio de los Reyes Católicos.]

 

Salen el Rey Don Fernando y la Reina Doña Isabel,

y Don Manrique, Maestre [de Santiago].

 

Manrique:

1920

|| De modo la prevención

fue, que el efeto esperado

llegamos a ver logrado,

con poca contradicción.

|| Hubo poca resistencia;

1925

y supuesto que la hubiera

sin duda ninguna fuera

de poca o ninguna essencia.

|| Queda el de Cabra ocupado

en conservación del puesto,

1930

por si volviere dispuesto

a él el contrario osado.

Rey:

|| Discreto el acuerdo fue,

y que assista en conveniente,

y reformando la gente,

1935

el passo tomado esté.

|| Que con esso se assegura

no podernos hazer mal

Alfonso, que en Portugal

tomar la fuerça procura.

1940

|| Y el de Cabra es bien que esté

en esse sitio assistente,

y como tan diligente

muestras de su valor dé;

|| porque con esto assegura

1945

el daño que nos recela,

y como fiel centinela

el bien del Reino procura.

 

Sale Flores, herido.

 

Flores:

|| Católico Rey Fernando,

a quien el cielo concede

1950

la corona de Castilla,

como a varón excelente:

277v

oye la mayor crueldad

que se ha visto entre las gentes,

desde donde nace el sol

1955

hasta donde se escurece.

Rey:

Repórtate.

Flores:

Rey supremo,

mis heridas no consienten

dilatar el triste caso,

por ser mi vida tan breve.

1960

De Fuente Ovejuna vengo,

donde, con pecho inclemente,

los vezinos de la villa

a su señor dieron muerte.

Muerto Fernán Gómez queda

1965

por sus súbditos aleves,

que vassallos indignados

con leve causa se atreven.

Con título de tirano

que le acumula la plebe,

1970

a la fuerça desta voz

el hecho fiero acometen;

y quebrantando su casa,

no atendiendo a que se ofrece

por la fe de caballero

1975

a que pagará a quien debe,

no sólo no le escucharon,

pero con furia impaciente

rompen el cruzado pecho

con mil heridas crüeles,

1980

y por las altas ventanas

le hazen que al suelo vuele,

adonde en picas y espadas

le recogen las mujeres.

Llévanle a una casa muerto

1985

y a porfía, quien más puede

mesa su barba y cabello

y apriessa su rostro hieren.

En efeto fue la furia

tan grande que en ellos crece,

1990

que las mayores tajadas

las orejas a ser vienen.

Sus armas borran con picas

y a vozes dizen que quieren

tus reales armas fijar,

1995

porque aquéllas les ofenden.

Saqueáronle la casa,

cual si de enemigos fuesse,

y gozosos entre todos

han repartido sus bienes.

2000

Lo dicho he visto escondido,

porque mi infelice suerte

en tal trance no permite

que mi vida se perdiesse;

y assí estuve todo el día

2005

hasta que la noche viene,

y salir pude escondido

para que cuenta te diesse.

Haz, señor, pues eres justo,

que la justa pena lleven

2010

de tan riguroso caso

los bárbaros delincuentes.

Mira que su sangre a vozes

pide que tu rigor prueben.

Rey:

Estar puedes confïado

2015

que sin castigo no queden.

El triste sucesso ha sido

tal, que admirado me tiene,

y que vaya luego un juez

que lo averigüe conviene,

2020

y castigue los culpados

para exemplo de las gentes.

Vaya un capitán con él

por que seguridad lleve;

que tan grande atrevimiento

2025

castigo exemplar requiere.

Y curad a esse soldado

de las heridas que tiene.

 

Vanse.

 

 

[Plaza de Fuente Ovejuna]

 

Salen los labradores y las labradoras

con la cabeça de Fernán Gómez en una lança.

 

Músicos:

¡Muchos años vivan

Isabel y Fernando,

278r

y mueran los tiranos!

Barrildo:

|| Diga su copla Frondoso.

Frondoso:

Ya va mi copla, a la fe;

si le faltare algún pie,

enmiéndelos el más curioso.

2035

|| ¡Vivan la bella Isabel,

y Fernando de Aragón,

pues que para en uno son,

él con ella, ella con él!

A los cielos San Miguel

2040

lleve a los dos de las manos.

¡Vivan muchos años,

y mueran los tiranos!

Laurencia:

|| Diga Barrildo.

Barrildo:

                              Ya va;

que a fe que la he pensado.

Pascuala:

2045

Si la dizes con cuidado,

buena, y rebuena será.

Barrildo:

|| ¡Vivan los Reyes famosos

muchos años, pues que tienen

la vitoria, y a ser vienen

2050

nuestros dueños venturosos!

¡Salgan siempre vitoriosos

de gigantes y de enanos

y ¡mueran los tiranos!

Músicos:

|| Muchos años vivan

2055

[Isabel y Fernando,

y mueran los tiranos!]

Laurencia:

|| Diga Mengo.

Frondoso:

                              Mengo diga.

Mengo:

Yo soy poeta donado.

Pascuala:

Mejor dirás lastimado

2060

el envés de la barriga.

Mengo:

|| Una mañana en domingo

me mandó açotar aquél,

de manera que el rabel

daba espantoso respingo;

2065

pero agora que los pringo,

|| ¡vivan los Reyes Cristiánigos,

y mueran los tiránigos!

Músicos:

|| ¡Vivan muchos años!

Esteban:

|| Quita la cabeça allá.

Mengo:

2070

Cara tiene de ahorcado.

 

Saca un escudo Juan Rojo con las armas [reales].

 

Regidor:

Ya las armas han llegado

Esteban:

Mostrá las armas acá.

Juan [Rojo]:

|| ¿Adónde se han de poner?

Regidor:

Aquí, en el Ayuntamiento.

Esteban:

2075

¡Bravo escudo!

Barrildo:

                              ¡Qué contento!

Frondoso:

Ya comiença a amanecer,

|| con este sol, nuestro día.

Esteban:

¡Vivan Castilla y León,

y las barras de Aragón,

2080

y muera la tiranía!

|| Advertid, Fuente Ovejuna,

a las palabras de un viejo;

que el admitir su consejo

no ha dañado vez ninguna.

2085

|| Los Reyes han de querer

averiguar este caso,

y más tan cerca del passo

y jornada que han de hazer.

|| Concertaos todos a una

en lo que habéis de dezir.

Frondoso:

¿Qué es tu consejo?

Esteban:

                                    Morir

diziendo «¡Fuente Ovejuna!»

|| Y a nadie saquen de aquí.

Frondoso:

Es el camino derecho.

2095

¡Fuente Ovejuna lo ha hecho!

Esteban:

¿Queréis responder assí?

Todos:

                                                ¡Sí!

Esteban:

|| Ahora pues, yo quiero ser

agora el pesquisidor,

para ensayarnos mejor

2100

en lo que habemos de hazer.

|| Sea Mengo el que esté puesto

en el tormento.

Mengo:

                              ¿No hallaste

otro más flaco?

Esteban:

                              ¿Pensaste

que era de veras?

Mengo:

                              Di presto.

Esteban:

2105

|| ¿Quién mató al Comendador?

Mengo:

Fuente Ovejuna lo hizo.

Esteban:

Perro, ¿si te martirizo?

Mengo:

Aunque me matéis, señor.

Esteban:

|| Confiessa, ladrón.

Mengo:

                                          Confiesso.

Esteban:

2110

Pues, ¿quién fue?

Mengo:

                              ¡Fuente Ovejuna!

Esteban:

278v

Daldee otra vuelta.

Mengo:

                              Es ninguna.

Esteban:

¡Cagajón para el processo!

 

Sale el Regidor.

 

Regidor:

|| ¿Qué hazéis de esta suerte aquí?

Frondoso:

¿Qué ha sucedido, Cuadrado?

Regidor:

2115

Pesquisidor ha llegado.

Esteban:

Echá todos por ahí.

Regidor:

|| Con él viene un Capitán.

Esteban:

¡Venga el diablo!Ya sabéis

lo que responder tenéis.

Regidor:

2120

El pueblo prendiendo van,

|| sin dexar alma ninguna.

Esteban:

Que no hay que tener temor.

¿Quién mató al Comendador,

Mengo?

Mengo:

                  ¿Quién? ¡Fuente Ovejuna!

 

Vanse.

 

[Sala del Palacio del Maestre de Calatrava.]

 

Salen el Maestre y un Soldado.

 

Maestre:

2125

|| ¡Que tal caso ha sucedido!

Infelice fue su suerte.

Estoy por darte la muerte

por la nueva que has traído.

Soldado:

|| Yo, señor, soy mensajero,

2130

y enojarte no es mi intento.

Maestre:

¡Que a tal tuvo atrevimiento

un pueblo enojado y fiero!

|| Iré con quinientos hombres

y la villa he de assolar;

2135

en ella no ha de quedar

ni aun memoria de los nombres.

Soldado:

|| Señor, tu enojo reporta;

porque ellos al Rey se han dado,

y no tener enojado

2140

al Rey, es lo que te importa.

Maestre:

|| ¿Cómo al Rey se pueden dar

si de la Encomienda son?

Soldado:

Con él, sobre essa razón,

podrás luego pleitear.

Maestre:

2145

|| Por pleito, ¿cuándo salió

lo que él le entregó en sus manos?

Son señores soberanos,

y tal reconozco yo.

|| Por saber que al Rey se han dado,

2150

[se] reportará mi enojo,

y ver su presencia escojo

por lo más bien acertado,

|| que puesto que tenga culpa

en casos de gravedad,

2155

en todo mi poca edad

viene a ser quien me disculpa.

|| Con vergüença voy; mas es

honor quien puede obligarme,

e importa no descuidarme

2160

en tan honrado interés.

 

Vanse.

 

[Plaza de Fuente Ovejuna.]

 

Sale Laurencia sola.

 

Laurencia:

|| Amando, recelar daño en lo amado

nueva pena de amor se considera;

que quien en lo que ama daño espera

aumenta en el temor nuevo cuidado.

2165

|| El firme pensamiento desvelado,

si le aflige el temor, fácil se altera;

que no es, a firme fe pena ligera

ver llevar el temor el bien robado.

|| Mi esposo adoro; la ocasión que veo

2170

al temor de su daño me condena,

si no le ayuda la felice suerte.

|| Al bien suyo se inclina mi desseo:

si está presente, está cierta mi pena;

si está en ausencia, está cierta mi muerte.

 

Sale Frondoso.

 

279r

Frondoso:

|| ¡Mi Laurencia!

Laurencia:

                              ¡Esposo amado!

¿Cómo a estar aquí te atreves?

Frondoso:

¿Essas resistencias debes

a mi amoroso cuidado?

Laurencia:

|| Mi bien, procura guardarte,

2180

porque tu daño recelo.

Frondoso:

No quiera, Laurencia, el cielo

que tal llegue a disgustarte.

Laurencia:

|| ¿No temes ver el rigor

que por los demás sucede,

2185

y el furor con que procede

aqueste pesquisidor?

|| Procura guardar la vida.

Huye, tu daño no esperes.

Frondoso:

¿Cómo? ¿Que procure quieres

2190

cosa tan mal recibida?

|| ¿Es bien que los demás dexe

en el peligro presente

y de tu vista me ausente?

No me mandes que me alexe;

2195

|| porque no es puesto en razón

que, por evitar mi daño

sea con mi sangre extraño

en tan terrible ocasión.

Vozes dentro.

|| Vozes parece que he oído,

2200

y son, si yo mal no siento,

de alguno que dan tormento.

Oye con atento oído.

 

Dize dentro el Juez y responden.

 

Juez:

|| Dezid la verdad, buen viejo.

Frondoso:

Un viejo, Laurencia mía,

2205

atormentan.

Laurencia:

                        ¡Qué porfía!

Esteban:

Déxenme un poco.

Juez:

                                    Ya os dexo.

|| Dezid, ¿quién mató a Fernando?

Esteban:

Fuente Ovejuna lo hizo.

Laurencia:

Tu nombre, padre, eternizo.

Frondoso:

2210

|| ¡Bravo caso!

Juez:

                              ¡Esse muchacho!

¡Aprieta, perro! Yo sé

que lo sabes. Di quién fue.

¿Callas? Aprieta, borracho.

N i ñ o :

|| Fuente Ovejuna, señor.

Juez:

2215

¡Por vida del Rey, villanos,

que os ahorque con mis manos!

¿Quién mató al Comendador?

Frondoso:

|| ¡Que a un niño le den tormento,

y niegue de aquesta suerte!

Laurencia:

2220

¡Bravo pueblo!

Frondoso:

                            ¡Bravo y fuerte!

Juez:

¡Essa mujer al momento

|| en esse potro tened!

Dale essa mancuerda luego.

Laurencia:

Ya está de cólera ciego.

Juez:

2225

Que os he de matar, creed,

|| en esse potro, villanos.

¿Quién mató al Comendador?

Pascuala:

Fuente Ovejuna, señor.

Juez:

¡Dale!

Frondoso:

                  Pensamientos vanos.

Laurencia:

2230

|| Pascuala niega, Frondoso.

Frondoso:

Niegan niños. ¿qué te espantas?

Juez:

Parece que los encantas.

¡Aprieta!

Pascuala:

¡Ay, cielo piadoso!

Juez:

|| ¡Aprieta, infame! ¿Estás sordo?

Pascuala:

2235

Fuente Ovejuna lo hizo.

Juez:

Traedme aquel más rollizo . . .,

¡esse desnudo, esse gordo!

Laurencia:

|| ¡Pobre Mengo! Él es, sin duda.

Frondoso:

Temo que ha de confessar.

Mengo:

2240

¡Ay, ay!

Juez:

                  Comiença a apretar.

Mengo:

¡Ay!

Juez:

            ¿Es menester ayuda?

Mengo:

|| ¡Ay, ay!

Juez:

                  ¿Quién mató, villano,

al señor Comendador?

Mengo:

¡Ay, yo lo diré, señor!

Juez:

2245

Afloja un poco la mano.

Frondoso:

|| Él confiessa.

Juez:

                        Al palo aplica

la espalda.

Mengo:

                        Quedo; que yo

lo diré.

Juez:

                  ¿Quién lo mató?

Mengo:

Señor, Fuente Ovejunica.

279v

Juez:

2250

|| ¿Hay tan gran bellaquería?

Del dolor se están burlando.

En quien estaba esperando,

niego con mayor porfía.

|| Dexaldos; que estoy cansado.

Frondoso:

2255

¡Oh, Mengo, bien te haga Dios!

Temor que tuve de dos,

el tuyo me le ha quitado.

 

Salen con Mengo, Barrildo y el Regidor.

 

Barrildo:

|| ¡Vítor, Mengo!

Regidor:

                                    ¡Y con razón!

Barrildo:

¡Mengo, vítor!

Frondoso:

                              Esso digo.

Mengo:

2260

¡Ay, ay!

Barrildo:

                  Toma, bebe, amigo.

Come.

Mengo:

                  ¡Ay, ay! ¿Qué es?

Barrildo:

                                                Diacitrón.

Mengo:

|| ¡Ay, ay!

Frondoso:

                  Echa de beber.

Barrildo:

                                          Ya va.

Frondoso:

Bien lo cuelo. Bueno está.

Laurencia:

2265

Dale otra vez de comer.

Mengo:

|| ¡Ay, ay!

Barrildo:

                        Ésta va por mí.

Laurencia:

Solenemente lo embebe.

Frondoso:

El que bien niega, bien bebe.

Regidor:

¿Quieres otra?

Mengo:

                              ¡Ay, ay! Sí, sí.

Frondoso:

2270

|| Bebe; que bien lo mereces.

Laurencia:

A vez por vuelta las cuela.

Frondoso:

Arrópale, que se hiela.

Barrildo:

¿Quieres más?

Mengo:

                        Sí, otras tres vezes.

|| ¡Ay, ay!

Frondoso:

                        Sí hay vino pregunta.

Barrildo:

2275

Sí, hay.bebe a tu plazer;

que quien niega ha de beber.

¿Qué tiene?

Mengo:

                        Una cierta punta.

|| Vamos; que me arromadizo.

Frondoso:

Que vea, que éste es mejor.

2280

¿Quién mató al Comendador?

Mengo:

Fuente Ovejunica lo hizo.

 

Vanse. [Quedan Frondoso y Laurencia.]

 

Frondoso:

|| Justo es que honores le den.

Pero dezidme, mi amor,

¿quién mató al Comendador?

Laurencia:

2285

Fuente Ovejuna, mi bien.

Frondoso:

|| ¿Quién le mató?

Laurencia:

                                    Dasme espanto.

Pues Fuente Ovejuna fue.

Frondoso:

Y yo, ¿con qué te maté?

Laurencia:

¿Con qué? Con quererte tanto.

 

Vanse.

 

[Habitación de la Reina.]

 

Salen el Rey y la Reina y después Manrique.

 

Isabel:

2290

|| No entendí, señor, hallaros

aquí, y es buena mi suerte.

Rey:

En nueva gloria convierte

mi vista el bien de miraros.

2295

|| Iba a Portugal de passo

y llegar aquí fue fuerça.

Isabel:

Vuestra majestad le tuerça,

siendo conveniente el caso.

Rey:

|| ¿Cómo dexáis a Castilla?

Isabel:

En paz queda, quieta y llana.

Rey:

2300

Siendo vos la que la allana,

no lo tengo a maravilla.

 

Sale don Manrique.

 

Manrique:

|| Para ver vuestra presencia

el Maestre de Calatrava,

que aquí de llegar acaba,

2305

pide que le deis licencia.

Isabel:

|| Verle tenía desseado.

Manrique:

Mi fe, señora, os empeño,

que aunque es en edad pequeño,

es valeroso soldado.

 

[Vase.]

 

Sale el Maestre.

 

Maestre:

2310

|| Rodrigo Téllez Girón,

que de loaros no acaba,

Maestre de Calatrava,

os pide humilde perdón.

|| Confiesso que fui engañado,

2315

y que excedí de lo justo

en cosas de vuestro gusto,

como mal aconsejado.

|| El consejo de Fernando

y el interés, me engañó,

280r

injusto fiel; y ansí, yo

perdón humilde os demando.

|| Y si recebir merezco

esta merced que suplico

desde aquí me certifico

2325

en que a serviros me ofrezco.

|| Y que en aquesta jornada

de Granada, adonde vais,

os prometo que veáis

el valor que hay en mi espada;

2330

|| donde sacándola apenas,

dándoles fieras congojas,

plantaré mis cruzes roxas

sobre sus altas almenas;

|| Y más, quinientos soldados

2335

en serviros emplearé,

junto con la firme y fe

de en mi vida disgustaros.

Rey:

|| Alçad, Maestre, del suelo;

que siempre que hayáis venido,

seréis muy bien recebido.

Maestre:

Sois de afligidos consuelo.

Isabel:

|| Vos con valor peregrino

sabéis bien dezir y hazer.

Maestre:

Vos sois una bella Ester

2345

y vos, un Xerxes divino.

 

Sale Manrique.

 

Manrique:

|| Señor, el pesquisidor

que a Fuente Ovejuna ha ido,

con el despacho ha venido

a verse ante tu valor.

Rey:

2350

|| Sed juez destos agressores.

Maestre:

Si a vos, señor, no mirara,

sin duda les enseñara

a matar comendadores.

Rey:

|| Esso ya no os toca a vos.

Isabel:

2355

Yo confiesso que he de ver

el cargo en vuestro poder,

si me lo concede Dios.

 

Sale el Juez.

 

Juez:

|| A Fuente Ovejuna fui

de la suerte que has mandado

2360

y con especial cuidado

y diligencia assistí.

|| Haziendo averiguación

del cometido delito,

una hoja no se ha escrito

2365

que sea en comprobación;

|| porque, conformes a una,

con un valeroso pecho,

en pidiendo quién lo ha hecho,

responden: «Fuente Ovejuna».

2370

|| Trezientos he atormentado

con no pequeño rigor,

y te prometo, señor,

que más que esto no he sacado.

|| Hasta niños de diez años

2375

al potro arrimé, y no ha sido

possible haberlo inquirido

ni por halagos ni engaños.

|| Y pues tan mal se acomoda

el poderlo averiguar,

2380

o los has de perdonar,

o matar la villa toda.

|| Todos vienen ante ti

para más certificarte;

dellos podrás informate.

Rey:

2385

Que entren pues vienen, les di.

 

Salen los dos alcaldes, Frondoso, las mujeres

y los villanos que quisieren.

 

Laurencia:

|| ¿Aquestos los Reyes son?

Frondoso:

Y en Castilla poderosos.

Laurencia:

Por mi fe, que son hermosos;

¡bendígalos San Antón!

Isabel:

2390

|| ¿Los agressores son éstos?

Esteban:

Fuente Ovejuna, señora,

que humildes llegan agora

para serviros dispuestos.

280v

|| La sobrada tiranía

2395

y el insufrible rigor

del muerto Comendador,

que mil insultos hazía

|| fue el autor de tanto daño.

Las haziendas nos robaba

2400

y las donzellas forçaba,

siendo de piedad extraño.

Frondoso:

|| Tanto, que aquesta çagala,

que el cielo me ha concedido,

en que tan dichoso he sido

2405

que nadie en dicha me iguala,

|| cuando conmigo casó,

aquella noche primera,

mejor que si suya fuera,

a su casa la llevó;

2410

|| y a no saberse guardar

ella, que en virtud florece,

ya manifiesto parece

lo que pudiera passar.

Mengo:

|| ¿No es ya tiempo que hable yo?

2415

Si me dais licencia, entiendo

que os admiraréis, sabiendo

del modo que me trató.

|| Porque quise defender

una moça de su gente,

2420

que, con término insolente

fuerça la querían hazer,

|| aquel perverso Nerón

de manera me ha tratado

que el reverso me ha dexado

2425

como rueda de salmón.

|| Tocaron mis atabales

tres hombres con tan porfía,

que aun pienso que todavía

me duran los cardenales.

2430

|| Gasté en este mal prolijo,

por que el cuero se me curta,

polvos de arrayán y murta,

más que vale mi cortijo.

Esteban:

|| Señor, tuyos ser queremos.

2435

Rey nuestro eres natural,

y con título de tal

ya tus armas puesto habemos.

|| Esperamos tu clemencia,

y que veas, esperamos

2440

que en este caso te damos

por abono la inocencia.

Rey:

|| Pues no puede averiguarse

el sucesso por escrito,

aunque fue grave el delito,

2445

por fuerça ha de perdonarse.

|| Y la villa es bien se quede

en mí, pues de mí se vale,

hasta ver si acaso sale

Comendador que la herede.

Frondoso:

2450

|| Su Majestad habla, en fin,

como quien tanto ha acertado.

Y aquí, discreto senado,

Fuente Ovejuna da fin.

 

Finis.