Don Juan Manuel
1282 - 1349
Libro de los estados
El primer libro
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[Capítulo LXXIX]
El lxxx° menos uno capítulo fabla en cómmo Julio dixo al infante commo los christianos deven ir acabdellados en pos los moros fasta el lugar do cuidan con ellos allegar.
«Et desque fueren así por el camino, guardando estas cosas, fasta el lugar do cuidan fallar los moros con qui an de lidiar, et desque ý llegaren deve[n] posar la hueste muy cuerdamente et muy bien guardada, commo ya desuso es dicho, et deven fincar ý un día o dos o más, segund entendieren que les pueden abastar las {85d} talegas que traen ý [ ] fueren [ ] çierto es que saldrán a ellos [ ] o todos a una partida. Et si bieren los christianos que en quanto tienen su hueste posada, que vienen los moros a ellos con los peones, deven ser çiertos que quieren lidiar con ellos manifiestamente; et entonçe, deven dexar la hueste posada et salir todos, cavalleros et peones, et poner sus azes, segund fuere la gente, et non se aredrar mucho de la hueste. Et deque llegaren los unos a los otros, acomendarse a Dios, et ferirlos lo más bravamente que pudieren. Et çierto es que los moros bolverán una ves las espaldas. Et dende adelante faga Dios la su merçed; que non a omne que de allí adellante pudiese poner consejo, sinon Dios. Et si vinieren sin peones, çierto es que non quieren lidiar sinon con maestría et con enganno, metiendo los christianos a peoría; et entonçe, deven estar quedos en su hueste pero dévense armar et estar aperçebidos. Et si (se) vieren que tanto lleguen a la hueste que se puedan enbaratar con ellos, deven dexar la hueste posada et sallir a ellos, et fazer commo es dicho. Pero sobre todas las cosas del mundo deve[n] guardar que non fagan aguijadas de pocas gentes, sinon quando fueren todos en uno; ca una de las cosas del mundo con que los christianos son más engannados, et por que pueden ser desbaratados más aína, es si quieren andar al juego de los moros o faziendo espolonadas a tornafuy; ca bien cred que en aquel juego matarían et desbaratarían çient cavalleros de moros a trezientos de christianos, et ya muchas vezes muchas gentes et huestes de christianos fueron desbaratados con estos engannos et maestrías de los moros. Et si vieren que aquellos días que tiene[n] la hueste posada {86a} non vienen a ellos en guisa que se puedan envaratar con ellos en uno, deque ovieren ý estado algunos días, commo es dicho, deven mover su hueste muy asosegadamente et sin rebato et venirse para su tierra a muy pequennas jornadas et por la tiera que más danno pudieren fazer a los moros, et bénir muy bien acabdellados, commo ivan a la entrada. Et si a ellos rrecudieren los moros al camino, deven fazer commo desuso es dicho. Et, sennor infante, segund ya vos dixe, creo que commo quiera que es bien de se dezir, que todo esto a de fincar en la voluntad de Dios et en el entendimiento et en el esfuerço de los que lo an de fazer.Et agora vos he dicho todo lo <que> yo entiendo que se puede fazer en las guerras, tanbién de los christianos commo de los moros. Et porque los enperadores pueden todo esto fazer mejor que otros omnes, tengo que non avedes por qué dubdar en los sus estados.»«Julio,» dixo el infante, «tantas rrazones et tan buenas me avedes dicho por que devo perder esta dubda. Et pues la he perdido, ruégovos que me rrespondades a las otras cosas. Et gradeçeré mucho a Dios si así me las fazedes perder commo ésta.»«Sennor infante,» dixo Julio, «pues esta dubda avedes perdida, quanto la otra que tornades – que en quál manera sabrá sallir el enperador de la guerra que començare, guardando su onra et su pro – sennor infante, a esto vos digo que la manera que yo cuido por que el enperador o otro omne qualquiera que guera aya se pueda sallir mejor della, es lo primero que la comiençe con derecho, et non lo pudiendo nin deviendo escusar, et pesándol mucho de coraçón, porque non se puede[n] escusar de reçebir grandes dannos et feridas muchas que son {86b} sin culpa; ca Dios, que es derechurero, le ayudará en quanto oviere la guera. Et pues sabe que lo faze con derecho, et entiende que mucho amidos de sí lo faze(r), et non lo pudiendo escusar, Él le guisará que salga ende con onra et con pro.Otrosí, en pos esto, la cosa que más le cunplirá para sallir bien della es que faga la guerra muy bien, cuerdamente et con grant esfuerço, et con muy grant crueza además. Ca la guera muy fuerte et muy caliente, aquella se acaba aína, o por muerte o por paz; mas la guera tivia nin trae paz nin da onra al que la faze, nin da a entender que ha en él vondat nin esfuerço, así commo amplía.Otrosí, que aya grant entendimiento et grant sabiduría para pleitear bien et saber en el avenençia quál es más su onra et su pro, et fazerlo segund desuso es dicho. Et luego que Dios a tal lugar gelo troxiere, tomar la paz et el avenençia muy de grado. Et, sennor infante, aun paresçe que tanbién el enperador commo otro omne qualquier que guerra aya, sabiendo fazer estas cosas, sabrá sallir de la guerra guardando su onra.Et porque todo esto pueden saber et fazer los enperadores, tengo que sin dubda devedes tener por buenos los sus estados, sin dubda.»«Julio,» dixo el infante, «tanbién en las otras cosas commo en ésta tengo que me avedes dicho muy grant verdat, et por ende con rrazón he perdido todas las dubdas de las cosas que me avedes respondido.»«Sennor infante,» dixo Julio, «muy grant plazer he porque tan bien entendedes todo lo que omne vos dize et vos acogedes tan bien a rrazón. Et pues [con] esto vos tenedes por pagado, quanto a la dubda que tornades en cómmo los enperadores deven partir su aver, {86c} fío por la merçed de Dios que yo vos la faré perder.» |